Al inaugurar esta "conferencia final", el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a aprobar un "tratado sólido y eficaz". "La ausencia de reglas en el comercio internacional de armas es inexplicable", dijo, recordando que tantos otros sectores tienen una normativa al respecto.
"La violencia armada mata anualmente medio millón de personas, de las cuales 66.000 mujeres y niños", lamentó.
"Algunos cárteles de la droga en América Latina están ahora mejor armados que ciertos países", puso como ejemplo.
Los 193 Estados miembro de la ONU tienen hasta el 28 de marzo para definir las reglas de juego para este mercado de más de 70.000 millones de dólares anuales, luego del fracaso registrado el año pasado.
El objetivo es obligar a cada país a evaluar, antes de cada transacción, si las armas en venta pueden ser utilizadas para cometer violaciones de los derechos humanos o atentados, o ser desviadas hacia el crimen organizado.
Tras cuatro semanas de negociaciones en julio pasado, se logró un compromiso bajo la forma de proyecto de tratado, pero países como Estados Unidos, Rusia, China, Egipto e India habían pedido más tiempo antes de dar su visto bueno.
Las discusiones se reanudan entonces sobre la base del compromiso de julio.
Al final de la primera jornada, un centenar de países firmó una declaración común -propuesta por México- para alcanzar "importantes mejoras" sobre el texto de julio y acabar con varias lagunas, como el control de las municiones. Ni Estados Unidos, China ni Rusia apoyaron el comunicado.
En el proyecto actual, las municiones están incorporadas en un anexo, sólo bajo la perspectiva de la exportación, y los Estados no se ven obligados a guardar una contabilidad de las transacciones como ocurre con las categorías de armas citadas en el tratado.
El Departamento de Estado norteamericano afirmó que Washington "continuaba rechazando la inclusión de municiones" en el tratado.
El mercado mundial de ese producto está valuado en más de 4.000 millones de dólares anuales. Estados Unidos fabrica la mitad de las municiones que se venden en el mundo.
En África, el enorme arsenal de armas livianas en circulación podría ser reducido en caso de que se dificulte el acceso a las municiones, pero los estadounidenses "no quieren ir más lejos" del compromiso de julio, señaló un diplomático que no quiso que se revelara su identidad.
Además de lo referente a las municiones, las ONG Amnistía International y Oxfam critican otras lagunas, como la ausencia de la ventas de piezas de armas (un mercado estimado por Oxfam en 9.700 millones de dólares entre 2008 y 2011).
Otros elementos no incorporados al tratado son los equipamientos destinados a la policía, los drones y helicópteros de transporte de tropas.
El texto tampoco cubre la transferencia de armas efectuada en el marco de acuerdos de cooperación militar, por ejemplo la asistenncia de Francia a sus ex colonias africanas, las entregas de armas de Rusia a Siria o la ayuda militar de Estados Unidos a Egipto.